Evitar el mal aliento (y todas sus desagradables consecuencias) es totalmente posible. Solo se necesita mejorar algunos hábitos de higiene bucal, poner mucha atención en las comidas, beber suficiente agua y, de ser necesario, recurrir a probados tratamientos odontológicos.
Hacerlo es fundamental para conseguir una buena impresión en la interacción cara a cara con otras personas. Porque está comprobado que el mal aliento afecta las relaciones íntimas, dificulta el trabajo en equipo, y produce rechazo e incluso habladurías.
Lo peor de todo es que, muchas veces, la persona afectada no se da cuenta de que sufre este mal y pocos son los que se atreven a decírselo.
Eliminar bacterías y evitar el mal aliento
De acuerdo con los especialistas, el mal aliento o halitosis se produce por la descomposición de partículas de alimentos que quedan en los dientes y alrededor de ellos. Cuando estas partículas se acumulan, aumenta la cantidad de bacterias en la boca, lo que puede provocar un olor desagradable.
Fumar y consumir productos del tabaco también son factores que pueden causar mal aliento.
Otra causa común de la halitosis es la mala higiene bucal.
La boca seca es otro elemento que contribuye al mal aliento. La saliva ayuda a limpiar la boca al eliminar las partículas que causan mal olor. Algunos medicamentos pueden causar sequedad en la boca y, por lo tanto, indirectamente provocar mal aliento.
Las infecciones en la boca, como las caries, la enfermedad de las encías o las llagas bucales, también pueden ser una causa del mal aliento.
Por último, algunas enfermedades como el cáncer y los trastornos metabólicos pueden producir un aliento con olor particular debido a las sustancias químicas que producen.
Medidas para evitar el mal aliento
Tomar estas medidas necesarias para tener un aliento más fresco.
- Lávate los dientes después de comer. Parece obvio, pero siempre es bueno recordarlo. Después de cada comida, asegúrate de cepillarte los dientes con un dentífrico que contenga flúor para mantener tu aliento fresco y reducir la cantidad de bacterias en tu boca. Si estás en el trabajo, lleva contigo un cepillo de dientes para usar después de comer.
- Usa hilo dental al menos una vez al día. Para eliminar los restos de comida y la placa bacteriana entre los dientes y mantener tu aliento fresco.
- No te olvides de cepillar tu lengua. Es un lugar común para las bacterias y puede contribuir al mal aliento. Considera el uso de un rascador lingual.
- También es importante limpiar adecuadamente tus aparatos de ortodoncia o dentadura postiza al menos una vez al día.
- Es bueno prevenir la sequedad de boca. Evita el tabaco, la cafeína, el alcohol y come alimentos que estimulen la producción de saliva. Si la sequedad persiste, consulta con tu dentista o médico para obtener una preparación de saliva artificial o un medicamento que estimule el flujo de saliva.
- Ajusta tu dieta. Evita alimentos que pueden causar mal aliento, como cebolla y ajo, y reduce la ingesta de alimentos azucarados. Además, asegúrate de cambiar tu cepillo de dientes cada tres a cuatro meses para mantener su eficacia.
- Por último, programa controles dentales regulares para mantener una buena salud dental. Visita a tu dentista dos veces al año para que revise y limpie tus dientes o dentadura postiza.
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